martes, 19 de noviembre de 2013

¿Contar o no contar sobre mi cirugía?




Como ya he contado, la obesidad  ha sido el tema de mi vida.  Muchas veces toqué el tema con amistades con total naturalidad como si no me afectase pero nadie más que mis cercanos sabían de qué forma me afectaba, no sé me daba mucha vergüenza y es por lo mismo que al momento de comenzar con todo este proceso pedí a mis padres y marido que no les contasen a nadie que me operaría. No sé porqué a veces uno le dice a los papás que no digan tal cosa y es lo primero que hacen jajajaja … En poco rato me enteré que mis tíos, primos, amistades de la familia y gente que trabaja con mis padres ya estaban enterados. “Mamá ¿Quién contó que me operaba? tu padre ¡quién más! .  Papá ¿Porqué tal persona ya sabe que me opero? Tu madre ¿Quién más?” Conclusión:  Ambos fueron y no son capaces de guardar el “secreto” de la hija jajajaja… padresssss!!.


Sabiendo que muchas personas ya sabían de mi cirugía, no toqué el tema con nadie, sé que muchas veces me quisieron preguntar pero ¡Jamás toqué el tema! No sabía si hacerlo o no, la verdad es que me complicaba un poco pues siempre he sido muy reservada para mis cosas.

Creo que llevaba cerca de dos meses operada, ya habían cambios, entonces después de pensarlo un poco decidí subir una foto comparativa a mi facebook, miro esa foto y en realidad taaanto cambio no había jajaja, pero ¡en fin!. En ese momento decidí contar de una vez y a todos mis contactos que me había realizado un by pass gástrico. Comprendí que lo que yo padecía era una enfermedad y no tenía de qué avergonzarme, y la única alternativa para “sanarme” era la cirugía. Mis amistades me felicitaron, me alentaron, me apoyaron y ¡hasta ahora ha sido así! Y es rico ver el cariño que a uno le demuestran y es rico ver como a uno la quieren y estiman ¡Dios mío! Ahora veo tanto cariño hacia mí que me sorprende y me agrada mucho porque simplemente lindo sentirlo.

Ahora hablo con todos sobre mi cirugía y los procesos que he vivido. Me encuentro con personas que me ven en la calle y no me reconocen y me quedan mirando como diciendo: “¿será o no será?” y me acerco y les saludo y noto inmediatamente sus caras de preguntas como diciendo: ¿Qué te hiciste? Y ahí voy yo MUY ORGULLOSA de mi cirugía y les cuento sin vergüenza que me operé y que llegué a pesar 131 kilos (yo creo que fue más).  Nuevamente les digo, no tengo nada de qué avergonzarme, fue realmente bueno contarlo porque fue como haberme sacado una mochila y ¡Qué mochilotota!.



Muchas personas no se atreven a contarlo y  es tan respetable como hacerlo, en mi caso fue lo mejor que pude hacer y no me arrepiento.

PD: ¡Vaya qué difícil es escribir con un bebé que pone las manitos en el teclado del laptop en todo momento! ¡Te amo hijita! jajajaja



2 comentarios: